Gracias al Eje 4 LEADER (FEADER), se recupero en Fustiñana este importante legado.
Es durante la Edad Moderna cuando, por lo general, prolifera la realización de captaciones de agua para dar servicio a las localidades con propósitos comunes de abastecimiento público. El sistema que se empleará desde principios del siglo XVI hasta bien entrado el XX, será el de la realización de una captación de agua desde el manantial próximo más cercano, siendo conducida hasta la fuente propiamente mediante tuberías de alcaduces (tubos de arcilla, que con la era moderna fueron siendo sustituidos).
En la Comarca de la Ribera de Navarra, destaca como es el caso de Fustiñana los conocidos popularmente como “Lavaderos”, de conjuntos formados por un manantial, con una conducción hasta la fuente, la propia fuente, el abrevadero, el lavadero y por último la balsa o acequia para regar los huertos. En general estos lavaderos, se sitúan próximos a los núcleos de población, y todos estos conjuntos se sitúan en un espacio muy pequeño, formando complejos alargados o en forma de L.
Además de la importancia de conservación y rehabilitación del patrimonio arquitectónico y natural es de vital importancia recuperar las tradiciones locales.
Estos lavaderos, constituían puntos de encuentro, es decir a estos lugares acudían las mujeres de la localidad para lavar la ropa, porque no había agua corriente en las casas. Por tanto, es fácil imaginar la función socializadora del lugar, en el que la obligada cita propiciaba la charla, el intercambio de impresiones y la revelación de las últimas noticias.
Son parte de nuestra cultura y del patrimonio menor de nuestros pueblos, lo que nos lleva a protegerlos y recuperarlos.